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Gira Internacional

Shakespeare derriba barreras del Síndrome de Down en Madrid y Barcelona

Son 26 jóvenes chilenos. Trabajan como actores y músicos pero los diferencia del resto de sus colegas que tienen alguna discapacidad cognitiva o física. La mayoría tiene Síndrome de Down pero han llegado a España para interpretar en Madrid y Barcelona, “Cactus, solo se muere lo que se olvida”, una adaptación inspirada en el clásico de Romeo y Julieta de William Shakespeare. En el escenario reflejan con ilusión y valentía, la vida de actores curtidos y experimentados que solo con el paso de los años han aprendido a controlar los nervios antes de la primera escena.

No son actores comunes y corrientes, pero como buenos actores, tienen la virtud de que cuando se abre el telón la palabra discapacidad deja de existir en sus vidas. Se convierten en artistas profesionales que siguen un guion y conquistan la atención del público. Trajes coloridos, máscaras, instrumentos musicales como la melódica, la flauta o los platillos, hacen parte de la puesta en escena.

Con movimientos corporales y miradas que abarcan todo el escenario, Víctor Romero quien ejerce de director artístico de la obra, es el mentor y guía de este grupo de teatro que, aunque se han aprendido el libreto, esperan una señal para marcar la siguiente escena. Romero que es actor y artista profesional ha vuelto a España después de 10 años de haberse formado en Salamanca, donde tuvo su primer encuentro de trabajar con personas con alguna discapacidad. Hoy ve en retrospectiva aquellos tiempos que fueron «la semilla» para llevarlo a crear Manantial de Ilusión, una fundación que trabaja por construir espacios psico-educativos e inclusivos en el país andino.

Los sonidos, el uso de la voz, y los gestos, juegan un papel importante en el proceso creativo de Cactus, nombre que fue elegido por lo que representa esta planta y la diversidad de los integrantes del elenco. «El cactus parece ser una planta que crece en un terreno hostil pero en sí mismo representa mucha vitalidad, y ese es el símbolo de la diversificación, de las diferencias que los jóvenes tienen en cuanto a su discapacidad cognitiva o física, el cactus representa la fuerza, la resiliencia de los jóvenes, el poder hoy día transmitir a través del arte sus capacidades y potencialidades», ha resaltado Romero.

La obra, que arrancó su periplo en España el pasado lunes en Madrid, refleja temáticas contemporáneas de los jóvenes, no solo de aquellos con discapacidad, si no de los adolescentes en general. El menor tiene 16 años y el mayor, 50 años. Amor, por supuesto el desamor, la relación con las familias y los amigos, son algunas de las emociones por las que navegan los actores. Para Romero, Cactus tenía que responder a las vivencias y a lo más testimonial de los intérpretes, pensando que eso también iba a permitir, que los jóvenes, tanto músicos como actores, se acercaran al trabajo comprensivo y de expresión.

 

El cactus representa la fuerza, la resiliencia de los jóvenes Y el poder transmitir a través del arte sus capacidades y potencialidades.

Víctor Romero, Valeria Suárez, Víctor Matamala, Juan Guzmán, Gonzalo Urra, y Elizabeth Pérez, también forman parte del equipo de producción creativa. Inclusión y trabajo colaborativo, es la esencia del proceso que han realizado con estos jóvenes para lograr el desempeño que hoy tienen frente al escenario; desde ejercicios vocales, físicos, expresivos, hasta el uso de diversos instrumentos musicales.

Es su primera vez en Madrid y lograron estar en Europa gracias al apoyo de entidades públicas y privadas, así como del apoyo de la Embajada de Chile en España. Aunque ya habían salido de gira en su país natal, lo más difícil siempre es separarse de sus familias. Cada uno tiene distintas necesidades y un acompañamiento especial, pero lo que empezó como un pasatiempo se ha convertido en un trabajo, en una profesión. «Han aprendido a tomar decisiones, a ser más independientes, ha sido un proceso en lo psico-educativo, donde incluso las familias reconocen que esto ahora hace parte de su trabajo», cuenta Romero.

La siguiente parada es Barcelona que los espera para la inauguración del tercer congreso de la T21 Research Society del 6 al 9 de junio. Desde su estreno, el montaje ha tenido presentaciones en Santiago de Chile y la han visto más de 4,000 personas.

El escenario se cierra y tras bambalinas se escuchan los fuertes aplausos con los que el público pie, premia el trabajo de estos actores, diferentes por sus discapacidades, pero tan profesionales como el resto de sus colegas. Su vida son las tablas y en ellas han encontrado el gran reto para hacerle frente a su realidad.

Impacto audiencia - obra Cactus

Caracterización de audiencia - obra Cactus