Como antesala al conversatorio “Educación Artística, Arte y educación por un desarrollo integral”, en el cual participará Pablo Rojas, jefe de Educación Artística del Ministerio de las Artes y la Cultura, y Luis Rodríguez, actor de la CIA Música – Teatro, conversamos con Jorge Matteo, encargado de educación artística y parte del directorio de Mawen, sobre la importancia del arte en el desarrollo integral del ser humano.

¿Qué rol cumplen las artes en el desarrollo humano?

El arte es una manifestación fundamental de la creatividad humana, es la máxima expresión de la creatividad humana y de la libertad, por ende va aparejada al concepto de desarrollo que implica una integralidad. 

El arte nos permite mirar las cosas de otra forma, cuestionar nuestro lugar en el mundo, nos permite a través de la representación simbólica, ser capaces de remirar y pensar los elementos, que son cotidianos que sin el arte irían perdiendo su significado y relevancia. 

La poesía, las artes visuales, el circo, teatro, son expresiones de una búsqueda profunda permanente de querer luchar con la realidad. Una lucha que no es negativa, si no más bien es necesaria, que implica cuestionar las cosas que están sucediendo. 

No es antojadizo que cuando uno hable del Renacimiento, se hable de un proceso evidentemente cultural y artístico, y que uno se acuerde de Dante o Petraca y no del gobernante del momento en Europa. 

El arte tiene que ver con una trascendencia, y aunque no es lo más importante del arte, tiene que ver con idea de mantener y sostener la mirada en cómo nos relacionamos, y poder resignificarlo, o modificarlo en el más hermoso sentido de la palabra. 

La importancia del arte en el desarrollo humano es fundamental, no puede haber desarrollo humano de las personas, mujeres u hombres, sin arte, sin creación, sin algo que nos vaya diciendo las cosas de otra manera. 

¿Cómo insertamos las artes como un eje de desarrollo fundamental?

Entender la cultura y las artes como un derecho es fundamental, así como entender que cada niño, niña, o territorio es portador de una cultura maravillosa que encarna un proceso creativo en sí. Por eso no sólo basta con llevar al niño o niña a ver una obra de teatro, si no ser capaces de ayudar a canalizar su arte en distintas expresiones.

Esto nos puede ayudar a que la educación se centre en compartir, con co-construir, que tenga que ver con una mirada en común. Si entendemos eso, y somos capaces de hacerles entender a los artistas y docentes, pero también a los papás o tutores, vamos a poder ir construyendo una educación donde el arte va a estar incorporado desde su gestación.

El arte es para cuestionarse pero sin competencia, no es para que los estudiantes se sientan presionados en entregar una mejor obra que el otro.  

El lenguaje artísitico es un medio para que los estudiantes, profesores, y comunidad educativa, puedan ocuparlo para demostrar quienes son. Si entendemos eso como principio rector vamos a poner a las artes o la cultura como un principio central en el desarrollo.